Resumen
Los pronombres relativos como *who*, *whom*, *that* y *which* juegan un papel crucial en la escritura académica, pero con frecuencia se usan incorrectamente. Su uso correcto requiere entender el caso gramatical, la estructura de la cláusula y el papel lógico de cada pronombre dentro de su cláusula relativa.
Esta guía explica cómo identificar la forma correcta de un pronombre relativo, cómo evitar errores comunes como el mal uso de *whom*, y cómo asegurar claridad y precisión al construir cláusulas relativas en la prosa académica. También explora cómo el caso, la posición y la función influyen en la elección del pronombre.
Dominar los pronombres relativos mejora la precisión gramatical, aumenta la legibilidad y fortalece el profesionalismo de la escritura académica en todas las disciplinas.
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Uso Correcto de los Pronombres Relativos: Una Guía para una Escritura Académica Clara
Los pronombres relativos—más comúnmente who, whom, whose, which y that—aparecen constantemente en la escritura académica. Permiten a los autores conectar cláusulas, añadir información esencial y construir oraciones complejas y matizadas. Debido a que la escritura de investigación depende de la precisión y claridad lógica, el uso correcto de los pronombres relativos es esencial. Desafortunadamente, estos pronombres también están entre los elementos más frecuentemente mal usados en la prosa académica.
Un ejemplo llamativo de tal mal uso apareció recientemente en un boletín dirigido a autores. La publicación, emitida por una respetada editorial académica, aconsejaba a los escritores entender a su audiencia. Sin embargo, la oración que introducía este consejo sensato contenía un error gramatical: “How do you know whom your average reader is?” Aunque el error puede pasar desapercibido para lectores casuales, destaca para cualquiera familiarizado con la gramática inglesa y socava la credibilidad del documento. La versión correcta es: “How do you know who your average reader is?”
Este ejemplo demuestra un principio central para el uso correcto de los pronombres relativos: el caso de un pronombre se determina por su función dentro de su cláusula relativa, no por su función en la oración más amplia. Malinterpretar esta regla conduce a confusión generalizada, especialmente con *who* y *whom*. Este artículo explora cómo funcionan los pronombres relativos, por qué su mal uso es tan común y cómo los autores académicos pueden aplicarlos correctamente para lograr claridad y precisión.
1. Entendiendo Cómo Funcionan los Pronombres Relativos
Los pronombres relativos introducen cláusulas subordinadas que proporcionan información sobre un sustantivo en la cláusula principal. Estas cláusulas subordinadas pueden aportar significado esencial (cláusulas relativas definitorias) o añadir detalles no esenciales (cláusulas relativas no definitorias). De cualquier modo, la función gramatical del pronombre depende únicamente del papel que desempeña dentro de la cláusula relativa.
En el ejemplo erróneo—“How do you know whom your average reader is?”—el lector es claramente el objeto del verbo *know* en la cláusula principal. Sin embargo, dentro de la cláusula relativa (“who your average reader is”), el pronombre representa el sujeto de la cláusula, no el objeto. Debido a que funciona como sujeto, debe usarse el caso nominativo—*who*—no el caso objetivo—*whom*.
La confusión surge porque muchos escritores intentan incorrectamente elegir el pronombre basándose en el papel que desempeña en la cláusula principal. Pero el caso del pronombre relativo no funciona así. Su fundamento gramatical está dentro de la cláusula relativa misma.
2. Elegir Entre “Who” y “Whom”
La distinción entre who (nominativo) y whom (objetivo) causa dificultad particular. En el inglés contemporáneo, *whom* se usa mucho menos que *who*, especialmente en el habla informal. Sin embargo, la escritura académica aún requiere estricta precisión gramatical.
Para determinar el pronombre correcto, considere solo la cláusula relativa y formule la pregunta subyacente:
• *Who* está realizando la acción? • *Whom* está recibiendo la acción?
Por ejemplo:
“How do you know who your average reader is?” Aquí, *who* = el lector = sujeto del verbo *is*.
“How do you know whom your average reader enjoys most?” Aquí, *whom* se refiere a la persona disfrutada. Es el objeto de *enjoys*.
La distinción se vuelve más clara cuando la oración se reformula sin la cláusula incrustada:
• “Your average reader enjoys whom?” → El pronombre es objeto → usar *whom*. • “Your average reader is who?” → El pronombre es sujeto → usar *who*.
Aunque *whom* está desapareciendo cada vez más del inglés hablado, conservarlo donde es gramaticalmente requerido sigue siendo un marcador de escritura formal y profesional. Debido a que los lectores académicos esperan altos estándares, el uso correcto de *whom* contribuye a la credibilidad y precisión.
3. El Papel de las Preposiciones en las Cláusulas Relativas
Las preposiciones complican la elección entre *who* y *whom*. Cuando una preposición rige el pronombre, el pronombre se convierte en el objeto de esa preposición. En tales casos, *whom* es requerido en la escritura formal:
• “The researcher to whom you submitted your manuscript…” • “The participants with whom we conducted interviews…” • “The colleague from whom I borrowed data files…”
Los escritores a veces evitan la formalidad de preposiciones al inicio de la oración desplazando la preposición dentro de la cláusula. Esta estructura es gramaticalmente correcta pero estilísticamente menos formal:
• “The researcher who you submitted your manuscript to…”
En oraciones reestructuradas así, *who* se vuelve aceptable en muchos contextos académicos modernos porque ya no es el objeto de una preposición adelantada. No obstante, la escritura altamente formal aún prefiere *whom* cuando el pronombre funciona como objeto, ya sea que la preposición lo preceda o no.
4. Pronombres Relativos Más Allá de “Who” y “Whom”
Aunque *who* y *whom* atraen la mayor parte del debate, otros pronombres relativos también requieren atención cuidadosa. El pronombre which usualmente se refiere a objetos o conceptos abstractos, mientras que that puede referirse tanto a personas como a cosas, aunque muchas guías de estilo recomiendan usar *who* para personas y reservar *that* para objetos.
Los escritores académicos también deben distinguir entre cláusulas restrictivas (definitorias) y no restrictivas (no definitorias). Las cláusulas restrictivas, que proporcionan información esencial, típicamente usan *that* en inglés americano y *that* o *which* en inglés británico:
• “The dataset that was collected last year includes 300 participants.”
Las cláusulas no restrictivas, que añaden detalles suplementarios, requieren *which* y deben ir separadas por comas:
• “The dataset, which was collected last year, includes 300 participants.”
Colocar incorrectamente *which* o *that* en estos contextos altera el significado y puede confundir a los lectores. Debido a que la escritura académica depende de la precisión lógica, la selección correcta es esencial.
5. Evitar Ambigüedades en las Cláusulas Relativas
Los pronombres relativos ambiguos o mal ubicados pueden crear confusión al atribuir significados no intencionados a las cláusulas. Por ejemplo:
• “The researcher interviewed the student who was holding a laptop.” ¿Se refiere *who* al investigador o al estudiante?
Cuando surge ambigüedad, los autores deben reestructurar la oración para aclarar el significado deseado. Esto puede implicar mover la cláusula relativa, dividir la oración o reformular el antecedente.
La colocación clara del pronombre relativo es especialmente importante en la prosa académica densa, donde errores interpretativos pueden distorsionar argumentos o malinterpretar evidencias.
6. Mantener la Consistencia en la Escritura Académica Formal
Los pronombres relativos son palabras pequeñas, pero tienen un impacto desproporcionado en la escritura académica. El mal uso desvía la atención del contenido y sugiere debilidades en el cuidado editorial. Mantener la consistencia no solo mejora la claridad sino que también fortalece la credibilidad ante revisores, editores y examinadores.
Por lo tanto, los autores deben revisar sistemáticamente los manuscritos para asegurar la precisión de los pronombres, garantizando que cada cláusula relativa use la forma apropiada. Leer las oraciones en voz alta puede ayudar a identificar desajustes en el caso del pronombre y revelar construcciones incómodas. Debido a que los errores a menudo provienen de pensar demasiado en la cláusula principal y no lo suficiente en la cláusula incrustada, aislar la cláusula relativa durante la revisión es una estrategia muy efectiva.
Reflexiones Finales
Los pronombres relativos enlazan ideas, clarifican relaciones entre conceptos y permiten a los autores académicos escribir con matices y precisión. El mal uso de formas como *whom* es común, pero las reglas subyacentes son consistentes y lógicas. Al centrarse en la función del pronombre dentro de su cláusula relativa, monitorear las estructuras preposicionales y seleccionar formas apropiadas para cláusulas restrictivas y no restrictivas, los escritores pueden evitar ambigüedades y mejorar la calidad de su prosa académica.
En última instancia, la atención cuidadosa a los pronombres relativos no es solo una cuestión de gramática sino de profesionalismo. Una escritura clara y precisa mejora la comunicación de la investigación y apoya resultados exitosos de publicación.
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