Uso efectivo de adjetivos en la escritura académica y científica
Algunos autores afirman que los adjetivos son prácticamente innecesarios. Elegir el sustantivo correcto en cualquier situación dada es la clave, argumentarían, y con el sustantivo adecuado, ¿quién necesita un adjetivo acompañante? Bueno, para ser honestos, todo escritor exitoso usa adjetivos hasta cierto punto, y los académicos y científicos que escriben prosa académica sofisticada a menudo requieren adjetivos. En muchos casos, por ejemplo, no existe un sustantivo que represente de manera precisa y completa un concepto o situación en discusión. En otros, un sustantivo requiere una serie de modificaciones para proporcionar descripciones exactas que diferencien eficazmente ligeras variaciones en las condiciones del estudio, los participantes, los hallazgos, y así sucesivamente.
No hay duda, entonces, de que los adjetivos son un aspecto esencial de la escritura académica, pero también es cierto que los autores académicos y científicos a menudo abusan de ellos. Este abuso suele ser el resultado de una intención positiva de ser precisos, pero largas cadenas de adjetivos que preceden a los sustantivos pueden ser el resultado torpe de este impulso. Revisar tu escritura con los ojos abiertos a un uso excesivo de tales modificadores captará la mayoría de los casos problemáticos, pero puede ser difícil decidir cómo resolver el problema. En casi todos los casos, es mejor usar la menor cantidad posible de adjetivos, y tal política puede llevar a elegir adjetivos más precisos o expresivos, lo cual siempre es preferible. Sin embargo, si varios adjetivos son absolutamente necesarios para expresar un concepto o situación con precisión, puede ser prudente explicar el concepto o situación cuidadosamente cuando se introduzca e inventar una abreviatura para representarlo. Una vez definida, la abreviatura puede usarse a lo largo del documento en lugar del sustantivo y todos esos adjetivos, lo que puede resultar en una lectura más fluida para tu audiencia.
Cuando decidas que varios adjetivos son definitivamente necesarios, asegúrate de puntuarlos de manera efectiva y consistente. Se pueden usar comas entre dos o más adjetivos que preceden a un sustantivo, pero las reglas y convenciones varían considerablemente. El Manual de Estilo de Chicago (2003), por ejemplo, explica que si los adjetivos «podrían, sin afectar el significado, unirse con [la palabra] y», los adjetivos normalmente se separan con comas, pero «si el sustantivo y el adjetivo que lo precede inmediatamente se conciben como una unidad..., no se debe usar coma» (p.250). Siguiendo este método, «amigo fiel, sincero» lleva coma, pero «muchos amigos jóvenes» no.
Las New Hart’s Rules (Ritter, 2005, Sección 4.3.4), por otro lado, sugieren un enfoque basado en el tipo de adjetivo utilizado, con adjetivos como «big», «tiny», «happy» y «sad» siendo adjetivos gradables o cualitativos, mientras que adjetivos como «white», «black», «English» y «treacherous» son adjetivos clasificatorios. Según este sistema (Ritter, 2005, Sección 4.3.4), «se necesita una coma para separar dos o más adjetivos cualitativos» (a short, thick tree) pero «no se necesita coma para separar adjetivos de diferentes tipos» (a big black cat) o para separar adjetivos clasificatorios que «se relacionan con diferentes sistemas clasificatorios» (annual environmental damage). Sea cual sea el sistema de puntuación utilizado, cuando un adjetivo se repite antes de un sustantivo, como en «many, many tourists visit the Tower of London», se debe insertar una coma entre las dos instancias.
Se pueden hacer excepciones a estas reglas, por ejemplo, en la redacción técnica, donde a menudo se mantiene el uso de comas al mínimo indispensable, y algunos autores no usan ninguna entre adjetivos. Si no hay pautas específicas que seguir, a menudo es mejor usar menos comas que más, al igual que es mejor usar uno o dos adjetivos perfectos para el contexto en lugar de una larga cadena de ellos.
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