How Editors Can Detect and Address Plagiarism in Research Manuscripts

Cómo los editores pueden detectar y abordar el plagio en manuscritos de investigación

May 04, 2025Rene Tetzner
⚠ La mayoría de las universidades y editoriales prohíben el contenido generado por IA y monitorean las tasas de similitud. La corrección con IA puede aumentar estos puntajes, haciendo que los servicios humanos de proofreading services sean la opción más segura.

Resumen

El plagio sigue siendo una de las amenazas más graves para la credibilidad de la publicación académica. A medida que crece el volumen de resultados de investigación digital y el texto puede copiarse, pegarse, traducirse o parafrasearse algorítmicamente en segundos, los editores de revistas enfrentan una presión creciente para detectar y gestionar el uso no ético del texto. El plagio no se limita a la copia y pega obvia: incluye el autoplagio, la parafraseo inadecuado, la publicación duplicada, la manipulación de citas y la reutilización no acreditada de figuras, tablas y conjuntos de datos. Comprender estas diferentes formas es el primer paso para construir una respuesta editorial sólida.

Este artículo ofrece una guía práctica para editores sobre cómo detectar y manejar el plagio en manuscritos de investigación. Explica los principales tipos de plagio encontrados en revistas, desde la copia directa y literal hasta el “patchwriting” en mosaico y la reutilización de material previamente publicado. Luego describe estrategias de detección, incluyendo el uso inteligente de software de detección de similitud, lectura detallada para detectar cambios en el estilo y tono, revisión cuidadosa de referencias, comparación con trabajos anteriores de los autores y colaboración con revisores expertos. El artículo también propone flujos de trabajo claros para responder a casos sospechosos, distinguiendo entre infracciones menores, moderadas y graves y recomendando acciones proporcionales, desde solicitar correcciones hasta rechazar envíos y reportar conductas graves a las instituciones.

Finalmente, el artículo enfatiza la responsabilidad compartida de los editores, editores y las instituciones de investigación en la prevención del plagio. Destaca la necesidad de políticas claras, educación para los autores y comunicación transparente sobre las verificaciones de similitud y los estándares éticos. Aunque las herramientas basadas en IA son invaluables para el filtrado, no pueden reemplazar el juicio humano. Para los autores, la estrategia más segura sigue siendo escribir con transparencia, citar cuidadosamente y, cuando sea necesario, usar servicios humanos expertos de academic proofreading para asegurar que sus manuscritos estén claramente escritos, correctamente referenciados y tengan menos probabilidades de generar preocupaciones de plagio.

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Cómo los Editores Pueden Detectar y Abordar el Plagio en la Publicación Académica

Introducción

El plagio es uno de los problemas éticos más graves en la comunicación académica. Socava la confianza que los lectores depositan en las revistas, representa erróneamente la verdadera contribución de los investigadores y puede distorsionar el registro académico durante años. En una era de creciente presión para publicar, fácil acceso a contenido digital y uso generalizado de herramientas de escritura basadas en IA, el plagio es también más complejo y variado que nunca.

Los editores están en la primera línea de defensa. Son responsables de asegurar que los manuscritos publicados en sus revistas representen trabajo original, reconozcan justamente las contribuciones de otros y cumplan con los estándares éticos aceptados. Cumplir con esta responsabilidad requiere más que simplemente ejecutar un informe de similitud antes de la aceptación. Los editores deben entender las diferentes formas que puede tomar el plagio, distinguir entre lapsos menores y mala conducta grave, y responder de manera firme, justa y transparente.

Este artículo ofrece una guía práctica para detectar y abordar el plagio en manuscritos de investigación. Primero describe los principales tipos de plagio que enfrentan los editores, yendo más allá de la simple copia literal para cubrir el autoplagio, plagio mosaico, manipulación de citas y el uso indebido de figuras y datos. Luego describe métodos prácticos para la detección, incluyendo el uso de software de detección de similitudes, lectura detallada para detectar inconsistencias estilísticas, revisión cuidadosa de referencias y colaboración con revisores expertos. Finalmente, presenta estrategias de mejores prácticas para manejar casos sospechosos y explora los roles más amplios de las revistas e instituciones en la prevención del plagio y la promoción de la integridad en la investigación.

Comprendiendo los Diferentes Tipos de Plagio

A menudo se imagina el plagio como un simple acto de copiar y pegar texto de un documento a otro. En realidad, los editores se enfrentan a un espectro de comportamientos, que van desde parafraseos mal referenciados hasta intentos deliberados de hacer pasar el trabajo de otro como propio. Comprender estas formas ayuda a los editores a responder de manera proporcional y a explicar claramente sus decisiones a los autores.

1. Plagio Directo (Copia Literal)

El plagio directo ocurre cuando un autor copia texto palabra por palabra de otra fuente sin las comillas o citas apropiadas. Incluso si se introducen cambios superficiales menores, como reemplazar algunas palabras por sinónimos o reorganizar cláusulas, si la estructura y el significado permanecen esencialmente idénticos, el pasaje sigue siendo plagiado.

Para los editores, el plagio directo suele ser la forma más fácil de detectar, especialmente al usar herramientas de detección de similitudes que comparan manuscritos con grandes archivos digitales. Sin embargo, sigue siendo esencial interpretar cuidadosamente los resultados de similitud: frases estándar, descripciones metodológicas y declaraciones éticas tipo pueden reaparecer legítimamente en varios artículos.

2. Autoplagio y Publicación Duplicada

El autoplagio ocurre cuando los autores reutilizan partes sustanciales de su propio trabajo previamente publicado sin un reconocimiento transparente. Esto puede implicar enviar el mismo manuscrito a múltiples revistas, republicar grandes secciones de un artículo previamente publicado o reutilizar figuras y tablas sin una cita clara o permiso.

Aunque los autores naturalmente se basan en su trabajo previo, el autoplagio se vuelve poco ético cuando crea la impresión de que el material es completamente nuevo, infla el historial de publicaciones de un autor o fragmenta un solo estudio en múltiples artículos superpuestos ("salami slicing"). Los editores deben ser especialmente cautelosos cuando ven puntuaciones de similitud muy altas con los propios artículos de un autor o cuando las secciones de métodos y resultados parecen sorprendentemente familiares.

3. Plagio por Paráfrasis

El plagio por paráfrasis ocurre cuando un autor reescribe las ideas de otra persona con diferentes palabras pero no proporciona la atribución adecuada. Incluso si las oraciones se reestructuran y se cambia parte del texto, la contribución intelectual subyacente pertenece al autor original y debe ser acreditada.

Esta forma de plagio puede ser más difícil de detectar, especialmente si la paráfrasis es relativamente sofisticada. Sin embargo, las herramientas modernas asistidas por IA son cada vez más capaces de reconocer similitudes en significado y estructura. Los editores deben prestar especial atención a las secciones que resumen la literatura existente, donde es común una paráfrasis intensa de artículos de revisión o material de libros de texto.

4. Plagio Mosaico (Redacción Parcheada)

El plagio mosaico, también conocido como redacción parcheada, consiste en entrelazar frases, cláusulas o oraciones de diversas fuentes sin la citación o cita apropiada. El texto resultante puede no coincidir exactamente con ninguna fuente individual, pero aún reproduce en gran medida el trabajo de otros.

La redacción parcheada es común entre autores inexpertos y hablantes no nativos que pueden no sentirse seguros al expresar ideas complejas con sus propias palabras. Aunque a veces está motivada por el deseo de "sonar académico", sigue siendo un problema serio porque oculta la verdadera fuente de las ideas. Los editores pueden notar el plagio mosaico cuando el estilo alterna entre un inglés fluido e idiomático y una prosa más básica, o cuando aparecen frases técnicas inusuales sin contexto.

5. Manipulación de citas

El plagio no solo consiste en reutilizar texto; también incluye manipular citas para crear una impresión engañosa de originalidad o erudición extensa. Ejemplos incluyen:

  • Inventar o fabricar referencias que no existen.
  • Citar fuentes irrelevantes solo para llenar una lista de referencias o evitar la detección.
  • Omitir citas a trabajos fundamentales para sugerir que las ideas son nuevas.

La manipulación de citas distorsiona el registro académico y también puede usarse para inflar artificialmente el número de citas de autores o revistas específicas. Por lo tanto, es esencial una revisión editorial cuidadosa de las listas de referencias—especialmente para afirmaciones clave o una cobertura bibliográfica sorprendentemente amplia.

6. Plagio en figuras, tablas y datos

El plagio no se limita al texto. Los autores pueden reutilizar figuras, tablas, diagramas o conjuntos de datos creados por otros sin permiso o el reconocimiento adecuado. En algunos casos, pueden alterar ligeramente las presentaciones visuales o reportar datos selectivamente para dar la ilusión de originalidad.

Los editores deben estar atentos a imágenes reutilizadas o sospechosamente familiares, particularmente en campos como las ciencias de la vida donde la manipulación de imágenes ha sido ampliamente documentada. Muchos editores ahora usan herramientas especializadas para detectar imágenes duplicadas o alteradas, pero incluso una inspección visual simple puede revelar inconsistencias como patrones repetidos, etiquetas desalineadas o figuras que no coinciden con los métodos descritos.

Cómo los editores pueden detectar plagio en manuscritos

Dado el volumen de envíos que reciben muchas revistas, la detección manual ya no es factible. En cambio, los editores exitosos combinan tecnología, lectura cuidadosa y experiencia comunitaria en un flujo de trabajo estructurado.

1. Uso efectivo del software de detección de plagio

Las herramientas de detección de similitud son un componente central de la práctica editorial moderna. Opciones populares—como Turnitin, iThenticate, Crossref Similarity Check y el verificador de plagio Grammarly—comparan manuscritos contra extensas bases de datos de artículos publicados, páginas web y, en algunos casos, trabajos estudiantiles o repositorios institucionales.

Estos sistemas generan informes de similitud que resaltan el texto superpuesto y proporcionan un porcentaje general de similitud. Sin embargo, los editores deben interpretar estos informes con cuidado:

  • Una alta similitud en referencias, métodos estándar o declaraciones éticas puede ser completamente legítima.
  • Incluso un porcentaje general relativamente bajo puede ocultar plagio grave en una sección clave.
  • La similitud con el trabajo previo del propio autor puede indicar autoplagio en lugar de copia de otros.

La mejor práctica es no centrarse en el número principal, sino en la ubicación y naturaleza de los solapamientos. Los editores deben examinar los pasajes resaltados en contexto y decidir si reflejan un uso aceptable, una mala parafraseo o una copia deliberada.

2. Buscar inconsistencias en el estilo y tono

El software de similitud es potente pero no infalible. Los editores experimentados a menudo detectan plagio mediante cambios en el estilo de escritura. Cambios repentinos en el nivel de vocabulario, la complejidad de las oraciones o el estilo retórico pueden indicar que partes del manuscrito fueron copiadas de otra fuente o escritas por una persona diferente.

Señales a tener en cuenta incluyen:

  • Párrafos con un lenguaje mucho más sofisticado que el resto del manuscrito.
  • Cambios en la terminología o notación que no son consistentes con la práctica habitual del autor.
  • Anomalías en el formato como diferentes fuentes, espaciado o estilos de referencia en ciertas secciones.

Cuando aparecen tales inconsistencias, los editores pueden realizar búsquedas específicas o solicitar aclaraciones a los autores.

3. Revisar cuidadosamente las referencias y citas

Las listas de referencias pueden revelar mucho sobre la integridad de un manuscrito. Los editores deben verificar si:

  • Todas las referencias citadas existen y son relevantes para las afirmaciones en el texto.
  • Las afirmaciones clave están respaldadas por fuentes apropiadas y autorizadas.
  • El formato de las referencias es consistente; las citas fabricadas a menudo contienen detalles incorrectos o patrones inusuales.

Revisar una muestra de referencias, especialmente aquellas asociadas con texto con gran solapamiento, puede ayudar a confirmar si un autor ha interactuado responsablemente con la literatura o está ocultando préstamos sin atribución.

4. Verificación cruzada del trabajo previo de los autores

Para detectar el autoplagio y la publicación duplicada, los editores deben comparar el manuscrito enviado con los artículos, tesis o ponencias anteriores de los autores. Esto a menudo se puede hacer rápidamente usando bases de datos de editoriales, perfiles ORCID o motores de búsqueda generales.

Cuando se encuentran grandes solapamientos, los editores deben evaluar si el trabajo anterior está claramente citado y si el nuevo manuscrito ofrece una contribución adicional sustancial. Reutilizar una descripción de métodos con la cita adecuada, por ejemplo, puede ser aceptable; republicar los mismos resultados con cambios mínimos no lo es.

5. Involucrar a los revisores pares en la detección

Los revisores pares aportan un profundo conocimiento disciplinario y a menudo reconocen frases, figuras o argumentos específicos de la literatura existente. Pueden detectar solapamientos que los sistemas de software pasan por alto, especialmente cuando el plagio proviene de fuentes que aún no están indexadas en bases de datos principales o de publicaciones no en inglés.

Los editores pueden animar a los revisores a señalar plagio sospechoso mediante:

  • Incluir una pregunta explícita sobre originalidad en el formulario de revisión.
  • Invitar a los revisores a proporcionar enlaces o citas al material sospechoso.
  • Tranquilizar a los revisores de que las preocupaciones sobre plagio serán tratadas de forma confidencial y profesional.

Mejores prácticas para abordar casos de plagio

Una vez identificado el posible plagio, los editores deben manejar la situación de manera justa para los autores, consistente con la política de la revista y alineada con directrices éticas más amplias (como las publicadas por COPE). Un proceso claro y documentado es esencial.

1. Evaluación de la gravedad del plagio

No todos los casos son igualmente graves. Los editores pueden clasificar el plagio en categorías generales:

  • Plagio menor – Frases o oraciones limitadas sin atribución, a menudo en la introducción o antecedentes, que pueden corregirse con revisión y citación adecuada.
  • Plagio moderado – Secciones grandes de material mal parafraseado o copiado de cerca, que generalmente requieren una reescritura sustancial y divulgación completa de las fuentes.
  • Plagio grave – Copia extensa en múltiples secciones, reutilización de datos o resultados de otra persona, o evidencia clara de engaño deliberado.

Esta clasificación ayuda a determinar la respuesta editorial adecuada y facilita explicar las decisiones a autores e instituciones.

2. Contactar a los autores para aclaraciones

Cuando se sospecha plagio, los editores deben contactar al autor correspondiente con un mensaje calmado y objetivo. Esta comunicación típicamente incluye:

  • Una descripción del problema y las secciones involucradas.
  • El informe de similitud o ejemplos de pasajes superpuestos.
  • Una solicitud de explicación dentro de un plazo específico.

En casos menores, puede ser suficiente pedir a los autores que revisen el manuscrito, añadan citas faltantes o reescriban secciones superpuestas. En casos más graves, los editores pueden necesitar pausar el proceso de revisión mientras esperan una respuesta. Si la explicación no es satisfactoria—o si hay evidencia sólida de mala conducta intencional—se requiere una acción adicional.

3. Decisiones: Correcciones, Rechazo o Retracción

Dependiendo de la gravedad y el contexto, los editores tienen varias opciones:

  • Para plagio menor identificado antes de la publicación, se puede invitar a los autores a revisar, con orientación clara sobre cómo parafrasear y citar correctamente.
  • Para plagio moderado a grave en una presentación, la respuesta adecuada suele ser la rechazo, con una explicación breve pero clara de las razones.
  • Si se descubre plagio grave en un artículo publicado, la revista puede necesitar emitir una corrección, expresión de preocupación o retractación formal, dependiendo de la magnitud del problema.

Todas las decisiones deben documentarse internamente para que casos similares se traten de manera consistente a lo largo del tiempo.

4. Reportar mala conducta deliberada o sistémica

Cuando hay evidencia de plagio deliberado y a gran escala, los editores tienen el deber ético de informar a los organismos pertinentes. Esto puede incluir:

  • La institución o departamento del autor.
  • Agencias financiadoras que apoyaron la investigación.
  • Otras revistas, si el mismo trabajo o uno muy similar ha sido presentado en otro lugar.

Los informes deben ser objetivos y estar respaldados por documentación (como informes de similitud y correspondencia). El objetivo no es castigar a las personas personalmente, sino proteger la integridad del registro académico y asegurar que las instituciones puedan investigar adecuadamente.

5. Educar a los autores y prevenir problemas futuros

Los editores también pueden ayudar a prevenir el plagio educando a los autores. Las revistas pueden:

  • Publicar directrices claras y accesibles que expliquen qué se considera plagio y autoplagio.
  • Animar a los autores a usar herramientas de detección de similitud antes de la presentación para identificar y corregir problemas temprano.
  • Recomendar recursos sobre escritura ética, parafraseo y prácticas de citación.

Los autores que están menos familiarizados con los estándares internacionales de publicación, como los investigadores en etapas iniciales y los hablantes no nativos, pueden beneficiarse especialmente de esta orientación. Muchos también encuentran útil obtener apoyo independiente en idioma y estructura de servicios profesionales de corrección académica, lo que puede reducir la tentación de copiar frases de otras fuentes simplemente porque “suena mejor”.

El papel de las instituciones y editores en la prevención del plagio

La prevención del plagio no puede recaer solo en los editores. Las instituciones de investigación, financiadores y editores tienen roles importantes en la creación de entornos que apoyen la escritura ética.

1. Políticas y procedimientos institucionales claros

Las universidades y organizaciones de investigación deben establecer y comunicar políticas explícitas sobre el plagio y la mala conducta relacionada. Estas políticas pueden incluir:

  • Requisitos para verificaciones de plagio antes de que se presenten tesis o manuscritos.
  • Definición de penalizaciones y procesos de remediación para casos confirmados de plagio.
  • Directrices sobre reciclaje de texto, escritura colaborativa y uso apropiado de herramientas AI.

2. Capacitación y Apoyo en Escritura Ética

Las instituciones pueden reducir el plagio no intencional proporcionando capacitación regular en:

  • Uso correcto de estilos de citación y gestores de referencias.
  • Técnicas de parafraseo y resumen que mantienen el significado original pero usan una redacción genuinamente nueva.
  • Prácticas éticas de publicación, incluyendo autoría, compartición de datos y estándares de reporte.

Talleres, módulos en línea y programas de mentoría pueden ayudar a normalizar la discusión sobre la integridad de la investigación en lugar de tratarla solo como un tema de cumplimiento.

3. Fomentar la Transparencia y las Prácticas Abiertas

Finalmente, promover prácticas de investigación abiertas y transparentes puede hacer que el plagio sea menos atractivo y más fácil de detectar. Ejemplos incluyen:

  • Depositar conjuntos de datos y protocolos en repositorios abiertos.
  • Fomentar preprints y revisión por pares abierta cuando sea apropiado.
  • Apoyar revistas e infraestructuras que compartan metadatos y recursos de detección de similitud.

Una cultura de investigación transparente ayuda a asegurar que el crédito se asigne correctamente y que los lectores puedan verificar las afirmaciones con base en la evidencia subyacente.

Conclusión

El plagio es un desafío ético multifacético que amenaza la credibilidad de la publicación académica. Va desde el evidente copiar y pegar texto hasta formas más sutiles como el autoplagio, la escritura parcheada y la manipulación de citas. Los editores son fundamentales para detectar y abordar estos problemas, pero no pueden confiar solo en la tecnología. La gestión efectiva del plagio combina detección de similitud basada en AI, lectura editorial cuidadosa, revisión por pares informada y marcos éticos claros.

Al comprender los diferentes tipos de plagio, usar inteligentemente las herramientas de similitud, examinar detenidamente las referencias y figuras, y aplicar procesos de toma de decisiones consistentes, los editores pueden responder de manera justa a los casos sospechosos y proteger la integridad de sus revistas. Al mismo tiempo, las instituciones y editoriales deben apoyar este trabajo mediante políticas sólidas, educación para autores y prácticas de investigación transparentes.

Para los autores, el camino más seguro es sencillo: escribir con honestidad, citar generosamente y buscar ayuda cuando sea necesario. Usar herramientas de escritura AI descuidadamente o copiar y pegar texto de trabajos anteriores puede parecer un atajo, pero conlleva riesgos serios cuando las universidades y editoriales revisan rutinariamente las presentaciones. Combinar una escritura responsable con la revisión y edición experta humana proofreading and editing sigue siendo la forma más confiable de producir manuscritos originales y claramente escritos que cumplen con los altos estándares éticos esperados en el entorno actual de publicación académica.



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