Writing Tips for Scholars: Split Infinitives, Passive Voice and Precision

Consejos de Escritura para Académicos: Infinitivos Partidos, Voz Pasiva y Precisión

Aug 12, 2025Rene Tetzner
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Resumen

Una escritura académica sólida requiere formas verbales precisas, sintaxis controlada, vocabulario apropiado y comunicación clara. Esta guía examina por qué no se deben partir los infinitivos en inglés, cómo evitar el uso excesivo de la voz pasiva y por qué las contracciones y la jerga debilitan la prosa académica. También explica cómo usar la terminología especializada de manera responsable y cómo las elecciones de vocabulario influyen en la lógica, claridad y credibilidad de la escritura de investigación.

Este artículo completamente ampliado ofrece estrategias prácticas para mejorar la estructura de las oraciones, refinar el tono, asegurar la consistencia estilística y presentar ideas complejas con precisión. Estas habilidades son esenciales para producir manuscritos académicos pulidos y persuasivos que cumplan con las expectativas de editores, examinadores y revisores por pares.

Al dominar estos principios, los autores pueden elevar la calidad de su prosa académica y comunicar su investigación con claridad, elegancia y confianza.

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Consejos de escritura para académicos: infinitivos partidos, voz pasiva y precisión

La escritura académica y científica exige claridad, precisión y una estructura de oraciones disciplinada. Aunque el inglés moderno es flexible, se espera que la prosa académica siga convenciones que aseguren profesionalismo y legibilidad. Entre estas convenciones está la regla largamente debatida de que los verbos en infinitivo en inglés—estructuras que comienzan con to seguidas del verbo en su forma base—no deben ser partidos. Mientras que el lenguaje cotidiano frecuentemente viola esta regla, la escritura formal se beneficia de preservar la unidad del infinitivo.

Este artículo amplía la justificación para evitar los infinitivos partidos y analiza consideraciones adicionales que moldean una escritura académica efectiva, incluyendo el uso cuidadoso de la voz pasiva, la evitación de contracciones, el uso responsable de la terminología especializada y los peligros de la jerga. Juntos, estos principios forman una base sólida para una comunicación académica clara y persuasiva.

1. Comprendiendo los infinitivos en inglés y por qué son vulnerables a la división

La estructura de los infinitivos en inglés los hace inusualmente susceptibles a la interrupción. A diferencia de muchos otros idiomas, en los que los infinitivos se expresan como una sola palabra, el infinitivo en inglés consta de dos elementos—to + verbo. Por ejemplo, “to analyse,” “to write,” “to publish.” Lingüísticamente, estas dos palabras funcionan como una unidad conceptual. Cuando un escritor inserta palabras adicionales entre ellas, como en “to aggressively analyse” o “to successfully publish,” el resultado es un infinitivo dividido.

Aunque los infinitivos divididos ahora se usan ampliamente en el inglés hablado y en la escritura informal, todavía causan problemas estilísticos en contextos académicos. Pueden interrumpir el ritmo de una oración, crear frases torpes y dar una impresión de informalidad o imprecisión. También distraen a los lectores cuidadosos, atrayendo la atención a la estructura de la oración en lugar del significado.

Por estas razones, mantener la integridad del infinitivo suele ser la mejor opción. Reescribir “to carefully evaluate” como “to evaluate carefully” elimina la división sin alterar el significado.

2. Resistencia histórica a los infinitivos divididos

La resistencia a los infinitivos divididos surgió originalmente en el siglo XIX, cuando los gramáticos intentaron alinear el uso del inglés más estrechamente con el latín. Debido a que los infinitivos en latín no pueden dividirse, los primeros gramáticos prescriptivos argumentaron que los infinitivos en inglés también deberían permanecer intactos. Aunque el inglés y el latín difieren significativamente en estructura, esta regla tradicional influyó en los estándares editoriales y académicos durante décadas.

Con el tiempo, sin embargo, los lingüistas han reconocido que evitar los infinitivos divididos es una cuestión de estilo más que de gramática estricta. Hoy en día, muchas guías de estilo aceptan los infinitivos divididos con moderación, especialmente cuando evitar la división produce un lenguaje torpe o ambiguo. No obstante, los autores académicos deben ser cautelosos. Algunos lectores siguen firmemente apegados a las convenciones tradicionales, y aunque un infinitivo dividido sea técnicamente aceptable, su presencia puede debilitar la percepción de profesionalismo del texto.

El enfoque más seguro es evitar dividir los infinitivos a menos que la división realmente mejore la claridad. En la mayoría de los casos, la oración puede reformularse de manera que se evite la división y se mejore la legibilidad.

3. Técnicas prácticas de reescritura para evitar infinitivos divididos

Evitar los infinitivos divididos suele ser sencillo. Los escritores pueden simplemente mover el adverbio a otra parte de la oración. Por ejemplo:

• “to rigorously determine” → “to determine rigorously”
• “to efficiently manage” → “to manage efficiently”

En casos más complejos, parafrasear puede requerir reestructurar toda la oración:

• “Los investigadores tenían como objetivo entender completamente el mecanismo.”
→ “Los investigadores tenían como objetivo entender completamente el mecanismo.”

• “The team tried to systematically record the data.”
→ “The team tried to record the data systematically.”

Estas revisiones fortalecen la formalidad y la claridad. Si reposicionar el adverbio causa confusión o introduce una frase antinatural, un infinitivo partido puede ser aceptable—pero esto debe ser una elección intencional, no un hábito no examinado.

4. La Voz Pasiva: Útil pero a Menudo Sobreutilizada

La voz pasiva es otra característica del inglés que puede oscurecer el significado cuando se usa en exceso. Las construcciones pasivas a menudo requieren más palabras que las formas activas equivalentes y pueden ocultar al agente de la acción. Por ejemplo, “The data were analysed” ofrece menos claridad que “We analysed the data.”

Muchos autores inexpertos asumen que la voz pasiva suena más académica. Como resultado, los resúmenes e introducciones a veces se saturan con construcciones pasivas, haciendo que la escritura sea vaga, indirecta o excesivamente formal. Debido a que los resúmenes a menudo tienen límites estrictos de palabras, usar la voz pasiva puede consumir espacio valioso mientras ofrece poco beneficio en precisión.

Las construcciones activas generalmente comunican de manera más clara y concisa. Sin embargo, la voz pasiva puede ser apropiada cuando el agente es desconocido, irrelevante o menos importante que la acción misma. El objetivo no es eliminar completamente la voz pasiva, sino usarla con prudencia.

5. Por Qué las Contracciones No Pertenecen a la Prosa Académica

Las contracciones—como “didn’t,” “couldn’t,” “isn’t”—son comunes en el habla y la escritura informal, pero debilitan la formalidad esperada en la prosa académica. En artículos de investigación, propuestas de subvención, tesis y disertaciones, las contracciones señalan informalidad y pueden percibirse como que socavan la seriedad del argumento.

Expandir las contracciones fortalece el tono autoritario de la escritura. “It doesn’t follow” se convierte en “It does not follow.” “The study wasn’t conclusive” se convierte en “The study was not conclusive.” Estas revisiones preservan el significado mientras mejoran el profesionalismo del texto.

6. Elegir el Vocabulario Cuidadosamente: Precisión, Consistencia y Control

La escritura académica efectiva se basa en un vocabulario preciso. Las palabras elegidas por efecto, elegancia o variedad nunca deben comprometer la claridad. La precisión asegura que los lectores interpreten los argumentos y resultados exactamente como el autor pretende. La consistencia garantiza que la terminología no cambie de significado a lo largo de las secciones de un documento. Juntos, estos principios apoyan una comunicación precisa.

La variedad es valiosa para mantener el interés del lector, pero debe equilibrarse con la precisión. En descripciones metodológicas, por ejemplo, los sinónimos pueden crear confusión. Si “participants” de repente se convierten en “subjects” o “respondents,” el lector puede preguntarse si estos términos se refieren a grupos diferentes. De manera similar, reemplazar palabras precisas con alternativas vagas o decorativas debilita la claridad.

Por lo tanto, los académicos deben priorizar la exactitud. Un término cuidadosamente elegido y repetido consistentemente es preferible a una amplia variedad de sinónimos vagamente relacionados.

7. Terminología especializada: cuándo y cómo usarla

La terminología especializada es esencial en la escritura académica porque transmite ideas con precisión y eficiencia. Sin embargo, debe usarse con cuidado. El uso excesivo de términos técnicos puede abrumar a los lectores que no están familiarizados con ellos, mientras que el mal uso puede señalar una comprensión superficial.

La mejor escritura académica demuestra no solo dominio de la terminología sino también dominio de los conceptos detrás de ella. Los autores deben explicar los términos cuando exista alguna posibilidad de desconocimiento. Esta explicación debe ser concisa y neutral, evitando elaboraciones innecesarias mientras asegura la comprensión.

La precisión es esencial. Usar un término especializado incorrectamente daña la credibilidad y puede llevar a los revisores a cuestionar el dominio del autor sobre el tema. Cuando la terminología es central para el argumento, el escritor debe definirla con precisión y aplicarla consistentemente.

8. El problema de la jerga en la escritura académica

La jerga difiere de la terminología especializada. Mientras que la terminología aclara, la jerga a menudo oscurece. Puede involucrar vocabulario innecesariamente intrincado, sintaxis enrevesada o abstracciones vagas. En lugar de apoyar el significado, la jerga puede convertir la prosa en algo difícil—si no imposible—de interpretar para los lectores.

Debido a que la escritura académica ya trata con ideas complejas, la claridad es esencial. La prosa cargada de jerga multiplica la carga cognitiva en los lectores, quienes pueden sentirse alienados o frustrados. Además, la jerga puede dar la impresión de pretensión intelectual o falta de comprensión genuina.

La escritura académica efectiva busca la claridad, no la complejidad por sí misma. Eliminar la jerga a menudo revela un argumento más fuerte y claro debajo.

Reflexiones finales

Una escritura académica sólida requiere disciplina, precisión y atención cuidadosa al detalle lingüístico. Evitar los infinitivos divididos apoya la claridad y mantiene las expectativas estilísticas tradicionales. Usar la voz activa siempre que sea posible fortalece la estructura de la oración. Eliminar las contracciones preserva la formalidad. Elegir el vocabulario cuidadosamente asegura precisión, y usar la terminología especializada responsablemente demuestra experiencia sin abrumar a los lectores. Finalmente, evitar la jerga ayuda a garantizar que las ideas complejas sigan siendo accesibles.

Los autores que aplican estos principios producen escritos que comunican de manera clara y persuasiva—cualidades que aumentan la probabilidad de éxito en la revisión por pares, publicación, enseñanza y comunicación académica.

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